lunes, 23 de diciembre de 2013

Padres...

 "La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido". San Lucas 12:23.
 
 He observado y observo a muchos padres.
 Algunos creen que enseñar a sus hijos es estar las 24 horas pendientes de ellos, comprarles un paquete de tabaco, vestirles con marcas caras, decir que si a todo, llamarles cada 5 minutos para saber como están , llevarles la comida a la 1 de la madrugada a su casa, lavarles los calzoncillos con 40 años, no enseñar a sus hijos e hijas a cocinar... No vaya a ser que les salpique el aceite o se rompan una uña, ¡porfavor!. Haciendo diferencias entre sus hijos por sus mentalidades machistas y feministas, siendo egoístas por defender sus propias ideas, olvidándose de que algún día sus hijos seguramente tendrán que dejar el nido y madurar.
 Algunos se sobrecargan con responsabilidades que no son suyas, olvidándose de que Dios cuida de sus hijos, aunque ellos no lo entiendan.
 Vamos a ver, ¿cómo va a aprender un niño/a si estás todo el día encima de él o ella?. ¿Cómo va a aprender un niño/a si le limitas con tus miedos?, ¿cómo va a aprender un niño/a si crees que no puede hacerlo mejor de lo que tu lo hiciste?, ¿cómo va a aprender un niño/a si no eres capaz de sacar lo mejor de ellos ayudándoles a desarrollar sus talentos?, ¿cómo va a aprender un niño si no tiene nadie que le enseñe a ser mejor de lo que lo fue ayer?...
 Oigo frases como: Es que si no estoy mi hijo no duerme, si no estoy mi hijo no come, sin mí mi hijo no puede vivir, nos tenemos solos el uno al otro, no sabe hacer nada sin mi...
 Y sé que el problema no reside en el niño sino en la madre o el padre que se cree superman o superwoman.
 Una cosa es que cuides, quieras, alimentes, enseñes a tus hijos y otra cosa es que creas que sin ti ellos no son nada.
 "Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta  ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?". San Lucas 12:24.
 Inevitablemente un día te irás, ¿y entonces que pasará con esos hijos a los que sobrecuidas, sobrecargas, sobremimas, sobremaleducas tanto?.
 Invadiendo su espacio e intimidad, creyendo ayudarles cuando en realidad estás creando vagos e irresponsables que no saben hacer nada sin ti.
 La madurez es un proceso, un proceso que aveces duele pero es necesario.
 Si no te caes de niño no puedes aprender a caminar.
 Si no te duelen los dientes al salir, tu boca no se llenará de dientes para que puedas masticar esos filetes de pollo o ternera...
 A muchos padres les cuesta desprenderse del ego: Olvidándose que ellos no son el centro.Yo, yo, yo, ¡yo sin mi no puedo!.
 Pero, ¡tendrán que crecer!.
 ¡Y crecerán aunque te duela!.
 Cuando los niños hacen preguntas no es porque sean tontos.
 ¡Señores!... Es porque inevitablemente tienen que crecer, por lo tanto preguntan para comprender (No se asusten, ése es su deber, tu deber es estar preparado para contestar a sus preguntas, pero con la verdad, porque cuando descubran que les mentiste, también te lo recordarán).
 La palabra de Dios dice: Honra a tu padre y a tu madre para que tus días sean largos.
 Y eso es algo que muchos padres recuerdan constantemente a sus hijos.
 Pero la Biblia también dice: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor".
 ¡Guíales, enséñales, disciplínales!... Pero, porfavor déjales crecer confiando en ti, sabiendo que aunque no estés delante observando deben hacerlo mejor que ayer.
 "Y en los postreros días, dice Dios, 
  Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
  Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
  Vuestros jóvenes verán visiones,
  Y vuestros ancianos soñarán sueños". (Hechos 2:17).
 Pero, si no les escuchas, ¿cómo sabrás lo que Dios dice a través de ellos?.
 Si tu hijo te está sirviendo, déjale servir, no estés a la defensiva pensando o diciendo que no saben hacer nada bien.
 Relájate y disfruta del paseo, disfruta de la vida.
 Gracias a Dios mis padres no son perfectos, pero gracias a ellos he aprendido a defenderme en cualquier circunstancia.
 Si dejas algunos en el desierto se desmayan porque no les enseñaron nada o ellos no aprendieron nada.
 Pero a otros les dejas en el desierto y se ponen a cavar para llegar a un pozo, pero sobrevivirán.
 Los niños son un regalo de Dios, aprende de ellos.
 "Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre!
 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Romanos 8:15-16.

(Esto lo ví en un centro comercial que abrieron hace unos años y hace poco volví, y resulta que sólamente quedaba una tienda y un bar en todo el centro comercial, me hizo recordar que los niños son niños y como tal deben jugar y que el dinero no da la felicidad).


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